El tema del   avión procedente de Miami con diez valijas sacó a la luz el tema de la prensa militante. Aparentemente la nave atravesó todos los controles de la aduana superando, inclusive las recomendaciones que deben activarse en estos casos. Sin embargo una nueva documentación informó  lo contrario. Más allá de la noticia la duda quedó instalada. 

La noticia se conoció en febrero y pasó desapercibida para la mayoría de la prensa, aunque recuperó en estos días el centro de la información. Haciendo un paneo en los diferentes canales se pueden ver claramente dos opiniones, claramente enfrentadas: a favor o en contra es la tendencia que direcciona la noticia.

Por un lado se inclina las opiniones de aquellos que no dudaron en vincular este caso con las valijas de Antonini Wilson en 2007, cuando María Luján Telpuk, la agente de Seguridad Aeroportuaria descubrió las maletas. En esta oportunidad se trata de un vuelo privado y todas las miradas se posaron sobre Laura Belén Arrieta.

Arrieta llegó a Aeroparque en un avión privado Bombardier Global 5000, con matrícula de los Estados Unidos N18RU. El plan de vuelo de la aeronave incluyó, después de siete días frenado en Aeroparque, a Francia como destino, con escala en Tenerife y París. Ella, no obstante, declaró en Migraciones que su destino final era Estados Unidos; es decir una media vuelta al mundo, en apenas horas: Miami, Buenos Aires –paréntesis– Tenerife (España), París y regreso a Estados Unidos.

En principio la mostraron en una situación comprometedora, mientras hablaba por celular. Inclusive especularon que era alguien de mucho poder dando  instrucciones de como pasar la aduana sin ser revisada. En principio dijeron que eran quince valijas, pero luego se confirmaron diez.

 Esta información fue cobrando mayor fuerza en la medida que avanzaba el tiempo y otros canales tomaron ese hilo conductor; al igual que las redes, en estos tiempos marca en tiempo real el termómetro de la noticia.

En la otra punta dejando de lado la prensa opositora, se encargaron de mostrar, con lujos de detalles que estaba todo normal y que atravesó los controles como cualquier hijo de vecino.

El caso cobró notoriedad pública luego de que el vocero presidencial, Manuel Adorni se refirió a la situación en una conferencia de prensa realizada en Casa Rosada. Allí, negó que se hayan cometido irregularidades. «Esta persona se sometió a todos los controles de Aduana sin detectarse nada extraño, siguiendo los protocolos, cumpliendo con la normativa», afirmó. Las declaraciones fueron realizadas tras la publicación de las imágenes por parte de TN.

Tras cartón, Juan Pablo Pinto, uno de los pilotos del avión investigado por el ingreso de diez valijas sin los controles habituales amplió su declaración ante la Justicia de forma espontánea para dar su versión de los hechos. En su testimonio, al que tuvo acceso TN y otros canales, Pinto aseguró que “todos los controles se llevaron a cabo con normalidad”.Pinto detalló que el avión fue recibido en Aeroparque por personal de Aduana y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quienes, según su relato, realizaron una inspección ocular de la aeronave. Además, afirmó que el equipaje personal de los pasajeros y la tripulación fueron revisados sin inconvenientes. El piloto también destacó que el embarque en Miami se realizó con normalidad y que el personal de Royal Class se encargó del traslado del equipaje y de los trámites de ingreso a la Argentina.

En su declaración, Pinto especificó el contenido de su propio equipaje personal, que generó especulaciones tras la difusión de imágenes que lo mostraban junto a un carro. Entre los objetos que trajo en sus bultos, mencionó: su valija de vuelo, un carry on pequeño con calzado, una impresora en su caja, un inflable en una bolsa transparente, una mochila con ruedas para su hijo, adjuntando una imagen de su hijo de 9 años con la mochila para probarlo, una valija con ropa suya  y una guitarra con su estuche, que según aclaró, no era de su propiedad sino un encargo para un familiar en Argentina. Para demostrarlo, adjuntó una imagen de un chat de WhatsApp relacionado con la entrega del instrumento.

Hace un tiempo una nota del periodista Pablo Sirven habla de la nueva prensa militante. Es verdad: nunca como ahora circularon libremente tantas ideas diferentes o tantas opiniones diferentes.

El catedrático colombiano Javier Darío Restrepo, a cargo del consultorio ético de la Fundación Nuevo Periodismo, de García Márquez, analiza este fenómeno que se reitera en muchos países latinoamericanos: Desde el momento en que un periodista –apunta– se inclina ante las banderas de un gobierno o de un partido, pierde su dignidad, pierde su independencia y, por consiguiente, no está haciendo periodismo, sino caricatura de periodismo”.

Sin dudas que para hace un periodismo apasionado y verdadero es necesario ser imparcial.

Por Armando.