Todo es tan raro en esta Argentina, que nada sorprende. Quieren comprar $ 1.000 millones en un intento desesperado por contener la disparada de los dólares paralelos, en ese sentido Sergio Massa anunció la recompra que será llevado a cabo por el Banco Central (BCRA) en nombre del Tesoro. Con un menú abierto que apunta a los bonos globales, en pesos y en dólares, de más corto plazo. El anuncio lo hizo antes de que abriera el mercado.
De acuerdo a los analistas el mecanismo solo beneficia a los especuladores y no promete resolver el problema de fondo. El carácter improvisado de la medida lo desenmascara el hecho de que la misma se enmarca en un contexto de acuciante crisis de reservas del Central, sin embargo el gobierno apela a otro recurso para contener las consecuencias de su propia política.
La operación estará enfocada en los bonos globales, sobre todo en los de corto vencimiento, entre los que se encuentran los 2029 y 2030, los cuales empiezan a amortizar en julio de 2024 y enero de 2025, y son los que más usan los inversores locales para hacer la operatoria de compra y venta que se traduce en los dólares MEP y Contado con Liquidación. Ambas cotizaciones presentan una persistente presión alcista.
Luego del anuncio, los bonos subieron más de 6%, esto significa que el gobierno le va a pagar más a los acreedores por los bonos que piensa recomprar y, de esta forma, contendría el precio de las divisas paralelas, buscando que la misma cantidad de pesos por la que se compró el bono, ahora obtenga paridad contra una mayor cantidad de dólares. Mientras las divisas paralelas fogonean la inflación por más que las autoridades minimicen; sin embargo los grandes ganadores resultan los especuladores quienes se benefician con la corrida.
Un informe de Infobae destaca que el punto principal consiste en saber dónde sacará el Central las divisas para hacer la operación siendo que, en primer lugar, la crisis de reservas es acuciante y la “bonanza” del dólar soja, que prometía nutrir sus arcas, tuvo que ser, en gran parte, utilizada para contener la depreciación del dólar oficial. Ahora además se suma el problema de la sequía y el hecho de que las patronales agrarias volverán a retener la cosecha a la espera de nuevos beneficios.
A su vez, casi al mismo tiempo que Massa anunciaba la medida, el Banco Central informó que pagará 200 puntos más de tasa a los bancos por colocar pases, una medida que apunta a sacar pesos de circulación y desincentivar la dolarización. Se trata de instrumentos de cortísimo plazo en el que invierten los bancos para no perder su liquidez.
El senador nacional Juan Carlos Romero solicitó un pedido de informes al Ejecutivo sobre la recompra de deuda anunciada por Massa. “Parece una operación diagramada con anticipación y de la cual algunos sectores pudieron haber tomado conocimiento del anuncio y benficiarse” fundamentó su pedido el senador nacional.
A través de un pedido de informes, el senador nacional Juan Carlos Romero solicitó en la Cámara Alta que el Poder Ejecutivo explique los fundamentos para la recompra de deuda anunciada por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Romero, en el texto presentado, se pregunta: “¿Cuáles fueron las razones de anunciar, con anticipación, que el Estado saldría a recomprar deuda en dólares por 1000 millones de dólares (a valor mercado), decisión comunicada con antelación a través de un tuit y previa a la reapertura del mercado?” Luego, continúa: “¿Adelantar la recompra fue lo que originó que los bonos subieran más del 11% en el inicio de la ronda?”
Asimismo, el senador nacional solicita que el Ejecutivo informe “quiénes adquirieron y se beneficiaron con la compra de bonos y con las variaciones (detallando el nombre de los adquirentes, dentro de los últimos tres meses, tanto de personas jurídicas como físicas)”.
En esa línea de pensamiento, Romero se pregunta en forma retórica: “Los bonos subieron 55% en los últimos tres meses; por lo tanto, ¿por qué no se compraron a 20 dólares, pero sí a 35 dólares?”.
Allí está la cuestiones ¿Quiénes compraron? O quienes ¿Se beneficiaron? Con esta sutil jugada plena de desprolijidad.