El Boca de Riquelme tiene gustos millonarios que le cuestan al club,  porque mantiene un plantel que cotiza en dólares y algunos  viven de eternos descanso, gracias al actual presidente. 
Un informe del sitio iProfesional destaca que
los sueldos de los jugadores de Boca Juniors varían significativamente, pero algunos jugadores reciben salarios anuales que superan el millón de dólares. Por ejemplo, Edinson Cavani percibe alrededor de 2.6 millones de dólares anuales, (hay que dividir por doce para saber la astronómica cifra mensual),
mientras que Marcos Rojo recibe aproximadamente 2.2 millones de dólares. Otros jugadores como Sergio Romero, Frank Fabra, ( ambos no juegan hace un montón) y Luis Advíncula también tienen salarios anuales considerablemente altos, superando los 900 mil dólares anuales. Y podemos seguir. Merentiel, lo mejor que tiene el club apenas llega a los 50.000 dólares mensuales y, ni hablar de la mesa chica
de Juan Román Riquelme, que lo acompañan en su gestión y en otras decisiones importantes. Este círculo íntimo, está compuesto por exjugadores y personas de confianza, quienes lo asesoran y participan en las decisiones claves del club.
Aunque no hay una lista oficial, se sabe que varios exjugadores de Boca, como Mauricio "Chicho" Serna, Sebastián Battaglia, Jorge Martínez, Raúl Cascini, Marcelo Delgado, y otros, son parte de este grupo. También se menciona a personas de su entorno más cercano, como amigos y colaboradores de confianza.
En la otra vereda, sucede lo contrario. Auckland City, un equipo de Nueva Zelanda, que empató con Boca en el final de la primera fase del novedoso mundial de clubes y despidió del torneo al equipo xeneixe. Es un club amateur con un plantel de jugadores a tiempo parcial, algunos de los cuales se tomaron vacaciones anuales para jugar en el escenario más importante de sus carreras.
Uno trabaja en el depósito de una fábrica manejando un toro mecánico, otro es asesor comercial en una empresa de herramientas para la construcción, hay un agente inmobiliario y hasta un peluquero.
El técnico y el que hizo el gol son maestros de primaria y secundarias y debieron pedir licencia para patticipar. En síntesis: Juegan por amor y por orgullo.
La otra cara: Boca, en dónde la rueda de los millones sigue girando.

Por Armando.