Facundo Manes, Cisura de Rolando, tonifica a la Unión Cívica Radical (partido que en el siglo XXI venía a los tumbos).
Pero de pronto pasa a la ofensiva. El Efecto Manes altera los trebejos de la Coalición Juntos por el Cambio. Y perturba a PRO.
La UCR arrancó 2000 en el poder. Con Fernando De la Rúa, El Radical Traicionado. Adherido al imaginario progresista del centro izquierda.
Para estrellarse a finales de 2001. Y asomar en 2007 con la módica transversalidad inventada por Néstor Kirchner, El Furia.
El kirchnerismo posibilitó que el radical Julio Cobos, El Cleto, acompañara como vice a La Doctora presidenta. Hasta el “no positivo”. 2008.
Para resurgir en la proximidad del poder en 2015. Adherido al imaginario líder de la centroderecha. Mauricio Macri, El Ángel Exterminador. Hasta 2019.
En 20 años la UCR atravesó por el progresismo -con Chacho Álvarez- al republicanismo del Ángel.
Escala técnica en El Furia.
Oscilaciones de la identidad que persistió intacta. Sin escrúpulos paralizadores, siempre cerca de los salarios.
La receta perfecta
La complejidad se explica mejor desde la simpleza.
Base teórica del naturalismo. Riesgo de sumergirse en la patología del realismo socialista.
Para introducir el significado del Efecto Manes se recurre a otro repaso.
Cambiemos, la antesala de Juntos por el Cambio, deriva del inteligente matrimonio político de conveniencia recíproca.
El modernismo de PRO se enlaza con la centenaria UCR.